Mi pelo en evolución:Y mi pelo por fín se movío

MI PELO EN EVOLUCIÓN: Y MI PELO POR FÍN SE MOVIÓ
Primera comunión Robert y Willi

Mi madre, y yo también, estábamos cansadas de las rutinas de mantenimiento de mi pelo afro. Cansadas del desenredo semanal tan costoso, física y emocionalmente, para una niña tan pequeña. Cansadas de las trenzas de hilo y en ocasiones, de la parafernalia que se montaba cada vez que usaban el peine de hierro ardiendo. Y en definitiva, lo poco que duraba el pelo, más o menos "liso".

En esa época ochentera, no habían ni peluquerías africanas ni españolas que supiesen ni se atreviesen a tratar nuestro pelo (hasta la actualidad sigue así la cosa). Pero a los oídos de mi madre llegó el rumor de que las peluqueras que mejor sabían alisar el pelo de las negras eran las dominicanas. No había una Comunidad dominicana tan grande como en la actualidad. Así que a mi madre le debió de parecer increíble encontrar a una peluquera dominicana cerca de nuestro Móstoles. La peluquería estaba en la propia casa de esa peluquera dominicana. Luci se llamaba. Vivía en el barrio del Parque Miraflores. Entre Móstoles y Nuevo Versalles (barrio actual de Loranca). Recuerdo la casa de esta peluquera, como un lugar donde todo lo dominicano impregnaba la casa. Sus olores y sabores (arroz con habichuelas) o los olores a químicos de las cremas desrizantes, de tintes de pelo, de mascarillas frutales y dulces, que daban ganas de comérselas, sus colores (tan chillones y alegres de los sillones), sus sonidos (los secadores, mezclados con sonidos latinos como la bachata).

Polideportivo El Soto,Móstoles. Fin de curso. 2º preescolar LVF

Yo fui de las primeras niñas dentro de la comunidad Ecuato guineana, a la que se le desrizó el pelo con esos nuevos productos en España. Así que yo encantada de librarme de los tirones de pelo y los peines de hierro. Y así se hizo realidad mi sueño de ver mi pelo liso y moviéndose. Pasando a conseguir un método de alisado más duradero que el conseguido por el peine de hierro. Eso sí, si querías mantener el liso perfecto de recién salida de la peluquería, entre semana, debías o bien pasarte un secador de mano o bien ponerte unos rulos de mantenimiento al ir a dormir todas o casi todas las noches. O sea que de una rutina diaria nuestro pelo no se libra, ni estando liso, lisísimo.

Es curioso como este deseo que tenía yo, con 5-6 añitos de ver mi pelo liso moviéndose, sigue siendo el deseo todavía de muchas niñas afrodescendientes de ahora, al menos de mi entorno español. No sé si este deseo lo tendrán también niñas negras de países con más presencia pública de mujeres negras, como EEUU. Aquí en España es lógico que nuestras niñas negras quieran este tipo de pelo. Y es que nuestro entorno es de mayoría blanca, la industria cosmética no representa la mayoría de las veces a la Comunidad negra española, ni atiende a las necesidades peculiares de nuestro pelo y piel. Porque ¡no! "Queridos blancos. Los productos que usáis tanto para piel como para vuestro pelo, no nos sirven a la raza negra, dado que la diferencia no está en el color de la piel, si no también en la porosidad y tipo de rizo, que determina la forma de conseguir una hidratación óptima". Tampoco hay a penas referentes públicos de mujeres negras con su pelo Afro natural. Antes no y ahora poquísimas. Y una peculiaridad también de esa época, era que nuestras propias madres venidas de África parecían también ver como un engorro los cuidados de nuestros pelos afros y los suyos. No poseían el conocimiento, ni los productos nuevos actuales que tanto nos facilitan la vida y  otorgan a nuestro pelo Afro natural una versatilidad inimaginables en esos 60s/70s/80s. Con lo que ni se molestaban en intentar empoderarnos para  amar y aceptar nuestro pelo y piel naturales. Allí en su tierra natal iban de dos formas posibles, o con el pelo afro natural corto, o se hacían trenzas pegadas de raíz (peinado "timiní" como se llama en guinea Ecuatorial) o trenzas con hilo. Así que las familias que podían permitirse el lujo de ir a estas peluquerías dominicanas, iban a ellas sin dudarlo. Y los que no tenían esos medios económicos, pues seguían con sus pelos Afro cortos,  o se trenzaban  y puntualmente se pasaban el peine de hierro, como conté en la anterior entrada.

Recuerdo esa sensación de mi pelo moviéndose con el viento que corría a través de  la ventanilla del coche de mis padres. Esas suaves caricias en la cara. La sensación al tocarme el pelo, de parecer estar tocando seda pura. Esa alegría de poder hacerme mi madre todos esos peinados que veía llevar a todas mis compañeras del colegio y amiguitas del barrio. Tales, como medias coletas, trenzas de raíz, llevar flequillo.  Todo esto hacía que mereciese la pena los madrugones de todos los sábados. Los meneos con el champú, mascarillas y desenredos con el peine. La peluquera "jalándome los moños" al ir poniéndome los "rolos" mechón por mechón de pelo". Esos 40 minutos al secador, y luego, de nuevo pasarme el "blower" (=secador) para terminar de redondear el peinado. El peor día y más duro de todos en la peluquería, era cuando tocaba desrizar la raíz en el nuevo pelo afro que iba creciendo, aplicando los desrizantes derivados del petróleo. Tenía que ir aplicándolo mechón por mechón rápido  y alisarlos con el reverso de los peines, en la raíz impregnada de la crema desrizadora. Si se pasaba de tiempo, aparecerían quemaduras de segundo grado en el cuero cabelludo, al día siguiente, en forma de ampollas. Y ese dolor, cuando caía  el agua fría en el cuero cabelludo y el pelo. Era como si echasen azufre. Y esa sensación, más tarde, de bomberos echando agua sobre un fuego. Recuerdo esas ampollas explotadas y su líquido impregnando esa parte de mi pelo, dejándolos pegados, como formando una costra. Costras que no se quitaban  hasta el lavado de pelo  la semana siguiente. 

Y es que el pelo afro lo veían o veíamos, y algunas aún lo siguen viendo en la actualidad como el enemigo a batir. El pelo afro natural es duro, indomable, pelo malo, imposible de amar. Y encima al llegar a España, todos nuestros padres y nosotros, sus hijos, inconscientemente queríamos ser uno más entre tanto blanco español. Y ese intentar  "ser uno más" suponía el poder demostrar que podíamos renunciar a nuestro pelo afro natural, desnaturalizándolo, tornándolo en liso, como el que la mayoría de blancos españoles tenían gracias  a  la Naturaleza que se los  había otorgado. El signo de ver a una negra en España en los 80 con el pelo liso, era un signo de haber alcanzado un estatus económico y social medio alto o alto.

Es algo sorprendente a día de hoy, ¿verdad? pero era como la mayoría pensaban así. Y algunos, a día de hoy siguen pensando así...Pero sobre ésto ya hablaré en otras futuras entradas, porque la raíz  y origen de estas formas de pensar, es más profunda de lo que os podéis imaginar.

Comentarios

  1. Jolines!!! Qué duro y doloroso intentar transformar tu pelo afro en semipelo liso....Todo el tema de las quemaduras, los productos, los tirones.....Menos mal que luego te diste cuenta de que tu pelo afro es hermoso, como tú!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro que sí,Mati!Llegar aceptar y amar mi pelo Afro ha sido gracias a un camino largo de años,de catarsis.Yo respeto aún así a las que todavía están en alguno de los puntos del camino por los que pasé.Gracias por comentar Mati!

      Eliminar
    2. La verdad, sabía que el pelo afro necesita de muchos cuidados, pero no era consciente de que necesita tanta dedicación. Me parece muy fuerte todo lo que habéis tenido que soportar por un pelo liso, y siendo sólo unas niñas. Y creo que vuestro pelo afro es precioso y rebelde por igual! Y cuando lo llevas con orgullo es doblemente hermoso 😉

      Eliminar
    3. Precioso y emocionante! Besitos mil

      Eliminar
  2. Como siempre un privilegio leerte!

    ResponderEliminar
  3. De pelo natural a liso y de liso de vuelta a pelo natural. Has vuelto a tus raíces y se te vè muy guapa, elegante, feliz y orgullosa de tu persona. Has tomado tus experiencias, las has reciclado y convertido en algo productivo. Estoy segura que las que te leen, se relacionan contigo y se inspiran. A ver si tu blog se convierte en un libro. Gracias💜

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

¡Gracias por dejar tu comentario!.Antes de ser publicado, será revisado por la moderadora.